domingo, 24 de mayo de 2015

Lo colaborativo en la clase comunicativa

Dicen que «cuando la motivación es intrínseca, una persona se mueve a actuar por la diversión o el reto que implica más que por piques externos, presiones o recompensas.» (Ryan y Deci, 1989).

Un entorno bien diseñado que facilita lo colaborati­vo, lo comunicativo y el aprendizaje activo crea un sentido de confianza, seguridad y camara­dería. Cada alumno habla y comparte con los demás: con sus compañeros, con un grupo y en una discusión con toda la clase. Cada alumno llega a ser parte de un grupo, de una comunidad de aprendizaje. Cada uno forma parte de algo. Un entorno físico de pertenencia asegura un aprendizaje centrado en el alumno.
Los errores pertenecen al trabajo entre compañeros o al grupo, no son individuales. Finalmente, a través de una práctica antes de la actuación, los alumnos esperan poder preguntar y recibir información para compartir con los de­más. Cuando los alumnos se habitúan a superar los retos satisfactoriamente, el aprendizaje llega a ser divertido y su motivación intrínseca.
Doce consejos para crear una clase colaborativa y comunicativa
1 Usad letreros con los nombres de los alum­nos desde el primer día para aprenderlos más rápido. Llamadles por su nombre ha­bitualmente. Mirad a los alumnos a los ojos cuando les llaméis. Estableced un contacto visual frecuente con todos ellos.
2 Cread parejas y grupos de cuatro con dife­rentes niveles de preparación.
3 Cambiad la disposición de los asientos cuan­do sea necesario, pero aseguraos siempre de que los grupos tienen diferentes niveles de preparación.
4 Ofreced a diario actividades de aprendiza­je activo que requieran una interacción en la que los alumnos utilicen situaciones de comunicación de la vida real y que puedan crear y preguntar por asuntos de la vida de cada uno.
5 Incluid muchas actividades del tipo “inten­to conocerte” para consolidar el sentido de comunidad.
6 Animad constante y específicamente la in­teracción de los estudiantes.
7 Estableced una rutina de “práctica antes de la actuación”, que permita que los alumnos menos preparados respondan adecuada­mente frente a sus compañeros y que todos los alumnos participen.
8 Enseñad conceptos más que reglas. Ofre­ced oportunidades para que, en pareja o en grupo, exploren y descubran conceptos a través de imágenes o modelos antes de ex­plicarlos.
9 Pedid a los alumnos que expliquen sus descu­brimientos antes de que vosotros los aclaréis.
10 Animad a los alumnos de manera significa­tiva. “Excelente pronunciación” en lugar de usar solo un “¡Excelente!” Animadlos a elo­giarse entre ellos (“¡Choca esos cinco con tu compañero!”).
11 Mantened a los alumnos atareados con con­tinuas actividades de aprendizaje activo, de transición, cortas y participativas.
12 Estableced un entorno donde el aprendiza­je nunca acaba y donde el “he acabado” se convierta en un “estamos haciendo una ac­tividad más mientras otros terminan.”

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